Diez razones para seguir la huella del Muro de Berlín

El Muro separó Berlín Oriental y Occidental durante 28 años. Berlín ha estado reunificada por más tiempo. Cada vez se vuelve más borrosa la imagen del pasado como una ciudad dividida. ¿Dónde estaba exactamente el muro? ¿Cómo vivía la gente a su sombra? El Camino del Muro de Berlín proporciona respuestas. Recorre 160 kilómetros a través y alrededor de la ciudad.

El recorrido puede comenzar en cualquier lugar, a pie o en bicicleta. Un buen comienzo es el Monumento al Muro de Berlín. Sigue el curso del Muro a lo largo de la Bernauer Straße durante 1,4 kilómetros. Muestra la arquitectura de las instalaciones fronterizas y conmemora a todas aquellas personas que perdieron la vida aquí.

Una doble franja de adoquines, de casi 6 kilómetros de longitud, ayuda a visualizar el recorrido de la muralla. ¿Dónde estaba el Este y dónde el Oeste? A intervalos irregulares se puede ver una placa de bronce con la inscripción: "Berliner Mauer 1961-1989". Esto solo puede leer si está parado en el antiguo lado oeste del muro.

Si sigue el Camino del Muro en dirección a Mitte, terminará en el distrito gubernamental actual entre el río Spree y la Pariser Platz con la Puerta de Brandenburgo. La construcción del Muro aisló la Puerta de Brandenburgo, haciéndola inaccesible desde el oeste o el este. Y así se convirtió en un símbolo de división a nivel mundial. Hoy es el símbolo de la unidad de Alemania.

De todos los pasos fronterizos de la ciudad, este el más famoso: Checkpoint Charlie. Aquí ya nada es original, el puesto de control es un remake del año 2000, enmarcado por tiendas de souvenirs. Los turistas asedian este lugar todos los días. Hombres disfrazados de soldados posan voluntariamente para la foto de recuerdo obligatoria, por una tarifa, por supuesto.

Había más de 300 torres de vigilancia a lo largo del muro en el lado este. Los soldados montaban guardia en la torre las 24 horas del día, vigilando la franja fronteriza con las armas listas. Hoy solo se conservan tres torres, todas ellas catalogadas como monumentos. La que se ve en la foto está bastante escondida, en una calle lateral de la Potsdamer Platz.

El Camino del Muro también pasa por aquí, la sección conservada más larga del Muro de Berlín. El lado oeste era famoso por sus coloridos grafitis. El lado este, por otro lado, era gris. Artistas internacionales pusieron el color en juego en 1990. Pintaron 1,3 kilómetros del Muro Este en el distrito de Berlín-Friedrichshain y crearon la galería al aire libre más larga del mundo.

La mayor parte del Camino del Muro recorre más de 110 kilómetros a lo largo de los límites de la capital alemana. Un punto destacado es el puente Glienicke entre Berlín y Potsdam, escenario de espectaculares campañas de intercambio de agentes durante la Guerra Fría, tanto que sirvió de modelo para el gran cine de Hollywood en "El puente de los espías", de Steven Spielberg, con Tom Hanks.

Largos tramos del Camino del Muro conducen a través de bosques, ríos, prados y campos. La naturaleza alrededor de Berlín fue a menudo escenario de arriesgados intentos de fuga. La frontera dividía pueblos y separaba familias, como en Hennigsdorf, a 20 kilómetros al norte de Berlín. El museo de la torre fronteriza cuenta la vida con el muro.

Miles de cerezos se alinean en diferentes secciones del Camino del Muro, donados por los japoneses en señal de alegría por la reunificación alemana. Transforman el paso del muro en un mar de flores rosas cada primavera. También se encuentran debajo del Bösebrücke, en el distrito de Pankow, el puente que se abrió como primer paso fronterizo la noche en que cayó el Muro, el 9 de noviembre de 1989.